Guía Emocional

Carta a una milenial

Te levantas.

Preparas el día. Haces, haces, haces y haces.

Te preparas para la noche. Duermes.

Pero no descansas.

Te levantas otra vez.

Preparas el día.

Haces, haces, haces y haces.

Te preparas para la noche. Duermes.

Pero no descansas.

Te levantas. Preparas el día. Haces, haces, haces y haces.

Te preparas para la noche.

Duermes. Pero…

¿adivinas?

No descansas.

Milenial, si te ves reflejada, y aún así sientes:

🩶 que no eres suficientemente productiva

🩶 que nunca llegas a todo lo que te propones

🩶 que siempre hay alguien que lo hace mejor que tú

🩶 que tus metas vitales son inalcanzables -o inexistentes-

🩶 que tienes que HACER, HACER, HACER, HACER

🩶 nada te satisface ni nada es suficiente

Y, por encima de todo, te sientes agotada.

Nos han metido en la cabeza que si no producimos, si no tenemos un valor de mercado, no somos parte de la sociedad del progreso, de nuestro futuro.

Aquel futuro que nos vendieron brillante por el simple hecho de ser la primera generación de personas con una alta formación académica (¿cuántos másters tienes en tu haber?).

Nos íbamos a comer el mundo, o postrarlo a nuestros pies. Nos llenaron la cabeza de deseos y nos vaciaron de anhelos el corazón.

¿Entonces?

Nos pusimos las anteojeras y tiramos "palante".

Porque nosotras PODEMOS CON TODO

¿Con todo?

Ah, pero aparece el cansancio y hacemos ver que podemos con todo en las stories de Instagram, cuando en realidad estamos tirados en el sofá intentando llorar…(el cansancio nos ha dejado sin lágrimas).

Ojo, que el tema de quedarnos sin lágrimas es más importante de lo que parece.

Porque el cansancio nos anula las emociones (y la capacidad de expresarlas).

¿Cómo estás?

BIEN, contestas.

Y por dentro no sabes ni qué significa ese bien.

Porque, en realidad, quizás es:

😶‍🌫️ "Estoy harta del trabajo y no sé cómo salir de ahí”

🎭 "No quiero enfrentar mi relación, así que llenamos la agenda de planes”

🫣 "Si me quedo sola, me derrumbo. Por eso no paro”

🌀 "Me paso horas haciendo scroll porque no tengo energía para nada más”

Pero seguimos levantándonos.

Preparando el día.

Haciendo, haciendo, haciendo y haciendo.

Preparándonos para la noche.

Durmiendo. Y volviéndonos a levantar…

Sin descansar.

¿Vas a romper el bucle?

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